UPS acusada de discriminación por barba
Señores, el gobierno está trabajando activamente para nuestro mayor beneficio. No, no están haciendo nada para reducir la tasa de desempleo ni la deuda nacional. Y no están cancelando The Voice por la fuerza. Pero están demandando a UPS por su política de vestimenta que prohíbe a los repartidores dejarse barba. ¡Hurra!
El diario New York Daily News El miércoles pasado se informó de que el gobierno federal había presentado una demanda contra UPS por violación de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que establece que un empleador no puede discriminar a un empleado por sus creencias religiosas. El código de vestimenta de UPS prohíbe actualmente a los repartidores tener vello facial debajo del labio y dejarse crecer el vello debajo del cuello de la camisa. Lo cual tiene un sentido perfectamente lógico, porque cuando el repartidor de UPS deja mi paquete frente a mi puerta, toca el timbre y regresa a su camión (todo mientras yo me agacho y pretendo que no estoy en casa para que no me vea en calzoncillos y camiseta de las Tortugas Ninja Adolescentes Mutantes), tal vez estaría menos inclinada a confiar en sus habilidades para entregar paquetes si no estuviera completamente afeitado.
Según el informe, la demanda se presentó en el Tribunal Federal de Brooklyn después de que varios empleados musulmanes y rastafaris denunciaran que UPS les prohibía llevar barba o rastas, a pesar de que estaba de acuerdo con su religión. En Fort Lauderdale, Florida, un supervisor rastafari que lucía rastas fue abordado por su gerente, quien afirmó que "no quería que hubiera empleados con aspecto de mujer" en su equipo.
Dejando a un lado la discriminación por las rastas y las barbas, ¿alguien va a abordar los evidentes matices misóginos de esa declaración? Tal vez el gobierno debería añadir un anexo que prohíba a UPS contratar a idiotas y dejarles a cargo de cosas.
El New York Daily News continúa diciendo que a un representante de atención al cliente musulmán en Brooklyn le dijeron que “se afeitara la barba o sería despedido” y tuvo que conseguir un certificado de su imán que demostrara que su barba era parte de su observancia espiritual. Nueve meses después, UPS le concedió una adaptación.
Lo más curioso de toda esta situación es que esta política de vestimenta solo se aplica a los empleados que interactúan con el público; los empleados que trabajan en otras áreas de UPS no están obligados a seguir estas mismas políticas de vestimenta. Esto parece indicar que UPS está en línea con muchas empresas que mantienen políticas de vestimenta anticuadas que parecen dar la impresión de que el profesionalismo está ligado principalmente a una determinada apariencia y que la conducta y el servicio reales son de alguna manera secundarios.
¿Qué puede hacer el marrón por mí? ¡Que haya barbas!